Cientos de seguidores agolpados, han animado al ex-presidente, a su llegada a la sede central de UMP, en París. Al finalizar el encuentro con políticos locales, Nicolás se ha dirigido a sus simpatizantes, y les ha dado dos mensajes. En primer lugar no tiene intención de volver a la política ( esto lo dicen todos), y en segundo lugar a lanzado un duro mensaje para François Hollande, diciendo que el pueblo francés está sufriendo, y que la crisis no se resuelve con ideología del S.XX.
Desde que perdió las elecciones presidenciales, Sarkozy, ha intentado mantenerse al margen de los focos. Sin embargo, en los últimos meses se ha visto salpicado por diversos escándalos relacionados con el despilfarro económico de su campaña electoral y la financiación ilegal recibida de parte del dictador Mohamed Gadaffi y Liliane Bettencourt.
Al parecer, ninguno de estos asuntos ha restado popularidad al expresidente entre su electorado natural. De hecho según se ha publicado en una encuesta este fin de semana, el 67% de los votantes de UMP, quieren a Sarkozy como candidato al Elíseo en las elecciones de 2017. Su rival inmediato, es François Fillon, con un 12%.
Olvidar la era Sarkozy no es fácil, a pesar de los intentos que han realizado sus sucesores como François Fillon, y Jean-François Copé. Inmediatamente después del fracaso electoral en las elecciones presidenciales, estos dos candidatos a nuevo presidente de UMP, se enzarzaron en una guerra sin cuartel. A la vista de los resultados, parece ser que cuanto más se atacaba el uno al otro, más puntos ganaba un tercer rival, en ese momento invisible, pero que parece que empieza a asomar.
¿Será verdad que sus intenciones no son volver a la política? ¿ O está esperando a que sus rivales tanto dentro como fuera del partido se desgasten, antes de presentarse como candidato oficial?.
Fuente: Financial Times
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